YASUJIRO
OZU. La nada en el cine…
Este hombre al que veis es Yasujiro Ozu, un absoluto genio que revolucionó e hizo un antes y un después en el cine. Personalmente, es una de las figuras más reflexivas y deprimentes que me he encontrado en el mundo. Vamos a explicar porque:
“He nacido, pero…” El comienzo del recuerdo.
“He nacido, pero... “ contaba la historia de
dos hijos recién llegados a un barrio nuevo, ellos no paran de meterse en líos
por su gran orgullo, y esto es debido a porque ven a su padre como un verdadero
héroe. Por las consecuencias de la vida, descubren que su padre es un
fracasado.
Aquí vemos una de las marcas más importantes en la narrativa de Ozu, la niñez y la familia.
El siguió haciendo películas recordando a la familia y la niñez, pero pronto vamos a ver otra marca más: los estudios. Sus siguientes grandes películas fueron “Memorias de un inquilino”, “Había un padre”, “¿Qué olvidó la señora?” o una de sus películas más adultas “Una gallina en el viento” (una madre casada tiene que recurrir a la prostitución para salvar a su hijo con el dinero por una terrible enfermedad)”.
En
“Una gallina en el viento” ya tocaba temas de separación, otro tema bastante
recurrente en su cine.
There was a father, 1942.
El mayor tesoro, la familia.
Yasujiro
Ozu empieza a crear la trilogía Noriko. Esta trilogía (una de mis trilogías
favoritas), esta compuesta por Early Summer, Late Spring y Tokyo stories.
Todas tocaban el tema de la separación entre familias (Late Spring cuenta la historia de una hija que debe separarse de su padre y buscar la felicidad por el amor) , o la película que personalmente engloba su cine: Cuentos de Tokyo
Cuentos
de Tokyo, considerada la mejor película que se ha hecho en toda la historia
narra la vida de dos ancianos que se reencuentran con sus hijos, pero
desgraciadamente no son bien recibidos por sus hijos, sino por la suegra de su
difunto hijo (Noriko). Esta película aparte de que representa la total belleza
de la vida, retrata la perspectiva del abuelo, y una visión deprimente del paso
del tiempo y la separación entre familias.
COLOR
Yasujiro Ozu empezó con el color en “Flores de
equinoccio”, y siguió con “Buenos días” (un remake de He nacido, pero), “The
end of the Summer”, “Late Autumn”, “Floating Weeds” y su última película “El
sabor de sake”.
El sabor de sake termina de una forma bastante deprimente, una forma que no era muy casual en el cine de Ozu. Esta película narra cómo un anciano y su hijo viven sin estar dependiendo de su hija; en Late Spring, nos contaban una trama bastante similar, pero el paso de los años había afectado en Ozu. Y aquí el punto concluyente, porque creo que Ozu es una de las figuras más reflexivas y deprimentes en el cine.
El
Deseo de Ozu
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